Así lo dijo la ministra durante su intervención en la II Conferencia Nacional Tripartita bajo el título ‘El futuro del trabajo que queremos’, una iniciativa impulsada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que cuenta con la participación de las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CCOO y UGT. El acto fue inaugurado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Valerio reivindicó espacios de diálogo sobre el mercado de trabajo para “fortalecer” la cohesión social “en una época de profunda polarización y fragmentación” y en un contexto “aún más complejo” en referencia a la convocatoria de elecciones generales.

No obstante, la ministra señaló que una vez que pase el periodo electoral, “volveremos a retomar algunos consensos que se han quedado por el camino en los últimos días” sin citar a qué consensos se refiere.

En cuanto a la reforma de pensiones que estaba ultimando el Pacto de Toledo, la ministra consideró que es “una pena” que en los últimos días “haya descarrilado” y confió en que “sea un descarrilamiento coyuntural”.

La ministra confesó que “me ha generado un gran disgusto el que haya descarrilado el Pacto de Toledo y que no se haya podido llegar a un acuerdo en la mesa de diálogo social sobre Seguridad Social” que estaba estudiando reformas en el Sistema.

En este punto, admitió que el acuerdo en el Pacto de Toledo “lo vi con un optimismo exagerado”. Añadió que aunque tenga que “posponer” ese optimismo, no renuncia a él y que “pasadas las elecciones llegaremos a un acuerdo” sobre pensiones.

Valerio aprovechó para pedir “que nadie abandone” tanto en la comisión parlamentaria como en el diálogo social. “Se puede discrepar pero sin llegar a la virulencia, siempre hay que arriar velas” y encontrar el “mínimo común denominador”, dijo en relación a la marcha del diálogo social.

Por otra parte, la ministra apostó por “emprender una verdadera revolución del empleo digno, que dignifique y permita el desarrollo de las propias capacidades” y que “contemple una mejora económica y social para todas las personas trabajadoras”.

En esta línea, mencionó el papel de las mujeres para decir que nunca ha habido tantas trabajadoras pero que “nos importa la cantidad pero también la calidad de estos empleos”.

Citó la brecha salarial de género, en el 22%, y en pensiones del 35%. “Sin igualdad de género no solo no habrá un futuro del trabajo justo e inclusivo, sino que no habrá”, afirmó.

“O hay empleos de calidad o no habrá futuro del trabajo económica y socialmente sostenibles” y “solo conseguiremos empleos de calidad si hacemos posible la redistribución de esos beneficios”, afirmó.