Así se pronunció el portavoz adjunto del Comité Electoral del PSOE, Felipe Sicilia, en la rueda de prensa posterior a la celebración de este órgano de dirección, acerca de las críticas que el Ejecutivo está recibiendo por parte de la oposición ante el uso que efectúa de esta figura jurídica en periodo electoral.

Aseveró que el uso de reales decretos es “constitucional”, “legítimo” y “beneficioso para los ciudadanos” y adelantó que el Gobierno “lo seguirá haciendo hasta que entre en funciones”.

También respondió a las críticas que el Gobierno ha recibido por parte de la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, de “ir dopado” por utilizar los reales decretos, aduciendo que “el único que ha ido dopado a unas elecciones ha sido el PP, y no lo dice el PSOE, lo dice la Audiencia Nacional”.

Sicilia se pronunció sobre la información publicada por ‘El Mundo’, según la cual Moncloa habría pedido a todos los ministerios “argumentos de ataque frente a otros partidos, sobre todo el PP”.

Lo hizo para considerar “totalmente normal” que desde Moncloa se comunique con los ministerios para “preparar un debate electoral”.

Respecto a la posibilidad de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acepte un debate electoral con el presidente del PP, Pablo Casado, eludió responder a esta cuestión ironizando con el hecho de que desde el PSOE se está a la espera de que “las derechas se pongan de acuerdo para ver quién acudirá a ese debate”.

Por otra parte, Sicilia anunció que Sánchez tendrá una “gran actividad” en la campaña electoral del PSOE, una campaña en la que, dijo, los españoles tendrán que decidir entre “dos modelos de país”: uno “inclusivo, moderno y progresista” y otro que representa la “exclusión, la crispación y que pone en cuestión los derechos y conquistas” conseguidas desde la reinstauración de la democracia.

Por último, se pronunció sobre las informaciones que apuntan a un posible retorno de la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría a la primera línea política, en caso de que el PP no obtenga un buen resultado electoral el próximo 28 de abril. Lo hizo para enmarcar estos movimientos en la inquietud que genera en ciertos sectores del PP los devaneos de Casado con la extrema derecha.