En el Congreso de los Diputados, Colau recordó que una de las prioridades de las grandes ciudades españolas es regular el precio de los alquileres después de una burbuja inmobiliaria "desastrosa" que afectó no solo a las hipotecas sino también a los alquileres por la desregulación del mercado.

"Avisamos de ello hace tres años", cuando comenzó la legislatura, subrayó, incidiendo además de que esa burbuja no solo afectó a las familias más vulnerables sino de una forma u otra a la mayoría de la población, porque además "secuestra" recursos de la economía y es "una gran amenaza".

Con el PP fue "imposible" dialogar sobre ello, denunció, pero tras la moción de censura "nos pusimos a trabajar" con el Gobierno del PSOE. Colau agradeció especialmente el impulso de los movimientos sociales, ya que el PSOE "no tenía ninguna intención" de regular el precio de los alquileres y a pesar de ello hubo un compromiso "importante" en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado.

Considera que el decreto del Gobierno merece una "celebración a medias" porque introduce "varias mejoras" respecto al anterior pero evita regular los precios en una cesión ante las "presiones de los fondos inmobiliarios, de los sectores más especulativos", con lo que sigue pendiente esa tarea de cara a la próxima legislatura.

Aunque el PSOE "no se ha atrevido" a dar ese paso, Colau subrayó que existen formaciones políticas que sí tienen clara esa prioridad, por lo que expresó su confianza en que en las elecciones generales del 28 de abril la gente sea "responsable en el voto y tenga muy en cuenta esto a la hora de decidir" la composición del próximo parlamento.

En esa línea, Irene Montero aseguró que los decretos del Gobierno en materia de vivienda y de igualdad son "buenas noticias pero insuficientes", y atribuyó a la presión de los movimientos sociales y de Unidos Podemos el paso del Ejecutivo. De hecho, se declaró contenta de "haber llevado al Partido Socialista hasta el límite de lo que el Partido Socialista puede aceptar".

Sin embargo, de cara a las próximas elecciones, invitó expresamente a los ciudadanos a no tener "miedo ni resignación" cuando vayan a votar, porque no hay ni que "volver al pasado con las tres derechas" ni tampoco "quedarnos como estamos", sino que es posible seguir avanzando en la línea en la que ya lo han hecho otros países y ciudades de la Unión Europea. Les pidió que voten "con esperanza" porque, si otros en Europa ya lo han hecho, la cuarta economía del euro "también puede hacerlo".