Así se manifestó Colau a las preguntas de la defensa ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes del independentismo por la organización y celebración del referéndum. “Si por el 1-O están aquí, deberíamos estar millones de personas”, expresó la alcaldesa en referencia a los procesados.

Durante su declaración como testigo, Colau destacó que el referéndum “no fue una convocatoria de una institución ni de un partido político”, sino que fue “una movilización de la gente”, que calificó como “inaudita”. En este sentido, tras hacer un paralelismo con las acciones de desobediencia civil en las que participó en el pasado, indicó que la jornada del 1-O “estaba llena de ciudadanía auto-organizada”.

Asimismo, la alcaldesa de Barcelona explicó que se reunió “muchísimas veces” con el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, porque es presidente de la asociación “más importante de la cuidad”. Se trata, añadió, de una persona “muy querida, pacífica, de consenso, dialogante” y “se me parte alma de ver que el señor Cuixart está aquí, igual que el resto”.

En esta línea, Colau manifestó que desde la Alcaldía de la Ciudad Condal “entendimos que la suspensión que llegaba era una suspensión concreta de un referéndum vinculante jurídico, pero no estaban suspendidos los derechos políticos”. De manera que la gente fue a votar, indicó, como muestra de “apoyo político” al referéndum.

Además, Colau explicó que participó en el referéndum de independencia “como ciudadana y como alcaldesa" cuando "empezaron a llegar noticias horribles sobre cargas policiales brutales”, y relató que tuvo que “hacer llamadas” porque la situación se tornó “muy complicada”, pese a que las manifestaciones fueron "masivas, cívicas y familiares".

Entre esas llamadas, la alcaldesa de Barcelona contactó con el delegado del Gobierno, Enric Milló, al que exigió el cese inmediato de las cargas policiales, que finalmente se produjo por la tarde. "El 1-O pasó de ser una movilización pacífica, ciudadana, ejemplar y masiva a unas cargas policiales brutales", resumió.

La alcaldesa recordó que la Alcaldía se ha personado como acusación popular en el Juzgado de Instrucción nº 7 de Barcelona. “Existen indicios delictivos en esas cargas, en cambio no hay ningún indicio delictivo en ninguno de los manifestantes”, apuntó en referencia a la instrucción de dicha causa. Asimismo, la alcaldesa consideró: “No creemos que una actuación policial tan masiva se pueda producir de forma espontánea, sino que tiene una dirección política”.

En un momento de la declaración, Colau subrayó que el Ayuntamiento de Barcelona no firmó el manifiesto político que firmaron muchos ayuntamientos sobre el 1-O porque “tenía un posicionamiento claramente independentista. Nosotros estábamos de acuerdo con el proceso democrático del referéndum, pero no nos queríamos posicionar”.

Posteriormente, preguntada por las defensas y la acusación popular sobre el 20-S, Colau explicó que no estuvo presente en las protestas frente a la Consellería de Economía porque se encontraba en Madrid y de vuelta dijo haber recibido información de lo que ocurría aquella jornada. Lo que sí puntualizó es que "había una sensación de estado de excepción. Estábamos viendo cosas anómalas que no habíamos visto nunca".

Por este motivo, recalcó, se hizo un llamamiento “muy amplio” desde diversas entidades sociales, sindicales y cívicas a la “movilización pacífica y democrática”, porque “pensábamos que los derechos fundamentales y las instituciones podían estar en peligro”. Además, también sobre la concentración frente a la Consellería, recordó que el Ayuntamiento aportó un informe a esta causa en el que se refleja que “no hubo daños ni incidentes relevantes, e incluso no hubo más que en otras manifestaciones, más allá de poner más vallas”.