Según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), este resultado se vio afectado, entre otros, por la venta de OHL Concesiones, que tuvo un impacto negativo de 550,5 millones; por unos ajustes de valor de 595,7 millones, y una serie de proyectos en los que se registraron pérdidas.

La compañía destacó que la venta de las Concesiones al fondo IFM “ha contribuido a reducir de forma significativa” el endeudamiento de OHL. En concreto, ha generado una situación de liquidez óptima que alcanza los 1.033,3 millones a 31 de diciembre de 2018.

Espera que los costes de estructura en 2019 sean inferiores a 150 millones, como resultado de las medidas implementadas.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) del ejercicio 2018 fue negativo y registró 448,5 millones de pérdidas, frente a los 66,5 millones que perdió en 2017.

Las ventas se redujeron un 6,9%, hasta los 2.954,4 millones de euros.

Por áreas de actividad, la de construcción registró unas ventas de 2.496,2 millones al cierre de 2018, lo que representa un descenso del 6,2%. En esta área, la cartera asciende a 5.240,8 millones, equivalente a 25,4 meses de ventas.

Por su parte, el área industrial registró unas ventas de 189,9 millones, con un descenso del 29,6%. En este caso, la cartera de pedidos a 31 de diciembre de 2018 se sitúa en 259,9 millones.

En servicios, las ventas se situaron en 264,1 millones, un 11,1% más por la positiva evolución del segmento de ‘facilities’ (limpieza, mantenimiento y eficiencia energética) a nivel nacional, así como a la mayor actividad en servicios urbanos y servicios de ayuda a domicilio. La cartera de pedidos alcanza los 375,8 millones de euros a 31 de diciembre de 2018.

En lo que respecta a la deuda neta, ésta pasó de 999,9 millones en 2017 a -296 millones en 2018.

De cara a 2019, OHL señaló que este ejercicio será un año “de transición con mayor visibilidad de recuperación y con unos claros objetivos de generación de caja”. Espera que las ventas se sitúen en el entorno de los 2.500-3.000 millones, el Ebitda sea superior a los 45 millones de euros y la cartera se encuentre en niveles de entre 5.500 y 6.500 millones. La compañía mantendrá el foco en contar con una cartera rentable, con Ebitda positivo y generación de caja.