“Queremos transmitir un mensaje y un ejercicio de concienciación social y ciudadana de lo que representan los grafitis en los trenes”, afirmó Táboas. En concreto, Renfe dispone de un espacio en Arco para la visualización de los daños y la sensibilización social, bajo el lema “Esta obra ha costado 15 millones de euros y la hemos pagado entre todos”.

Con esta iniciativa, que tiene continuación en internet y redes sociales, la compañía se suma por vez primera a esta importante cita artística y lo hace para trasladar la relevancia social y económica de una actividad delictiva que pone en riesgo la seguridad de los viajeros y que supone cada año un importante coste económico.

Los 15 millones de gasto anual que asume Renfe se derivan de la limpieza de trenes, pinturas, agua, disolventes, traslados a talleres o movilización de personal, entre otros conceptos.

Además, a estos costes hay que sumar los gastos anuales destinados a vigilancia y seguridad, que supondrían otros 10 millones de euros adicionales.