En las condiciones de salud, el estudio refleja que es difícil encontrar una pauta geográfica definida que caracterice a las ciudades que obtienen las mejores puntuaciones. Las más destacadas forman un grupo bastante heterogéneo, entre las que aparece en los primeros lugares Toledo, junto con Guadalajara, Madrid, Murcia, Vitoria y Albacete.

El ranking elaborado con los resultados correspondientes a las condiciones socioeconómicas sitúa a Ibiza, Barcelona, San Sebastián, Madrid, Girona y Palma de Mallorca a la cabeza del sistema urbano español, seguidas de un grupo de ciudades pertenecientes principalmente al cuadrante nordeste de la península, al que se añaden algunos municipios turísticos.

En el grupo relacionado con las condiciones generales de habitabilidad o confortabilidad del medio urbano, las posiciones más destacadas pertenecen a Barcelona y Madrid, aunque también destacan algunas otras de las ciudades de mayor tamaño del sistema urbano español (San Sebastián, Sevilla, Bilbao y Valencia), más dos importantes destinos turísticos (Benidorm y Palma de Mallorca) y una serie de ciudades de dimensión intermedia del País Vasco, Navarra y Cataluña. También Granada, León, Guadalajara y Salamanca aparecen en buena posición.

Por un lado, la mayor especialización en 2016 la registraban Avilés en industria, Mérida en empleos en la Administración Pública y Benidorm en turismo.

Por otro lado, aunque en las áreas más pobladas –Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla- más del 50% de la población ocupada cuenta con estudios superiores, es Granada, un área mucho más pequeña, la que tiene la mayor proporción de trabajadores con estudios superiores (61%), lo que “sin duda tiene que ver con la relevancia de su universidad”, recoge el estudio.

En cuanto a la innovación, Madrid, Barcelona y Santiago de Compostela lideran la tabla de los “líderes en innovación”. Áreas como León, Almería, Santa Cruz de Tenerife o Cuenca se sitúan en el grupo “seguidoras de información”, mientras que Zamora, Mérida o Benidorm se encuentran entre las áreas de “escasa capacidad innovadora”.

El estudio finaliza con la explicación de que España “no es una excepción” a la tendencia general internacional “hacia la urbanización de la población”, lo que presenta características positivas como una perspectiva económica, o ventajas en innovación, aunque también muestra “riesgos medioambientales” y puede “ocasionar una pérdida excesiva de población en algunas áreas rurales”.

El estudio, elaborado por los investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) Francisco J. Goerlich y Ernest Reig, en colaboración con los técnicos Carlos Albert y Juan Carlos Robledo, trabaja con las 73 Áreas Urbanas Funcionales (AUF) identificadas en España por Eurostat.