Este porcentaje casi triplica el 9,9% de acoso escolar que se registra entre la población general, según una investigación de Save the Children de 2016 basada en la misma metodología. El estudio de PISA 2017 estimó una prevalencia del 14% de acoso escolar entre los menores españoles.

Realizado a partir de encuestas a 240 personas (de las que 106 eran menores con implante coclear), el estudio presentado hoy se centra en un universo de 1.000 familias con hijos implantados de entre 11 y 23 años miembros de AICE, de once comunidades autónomas y de 33 provincias.

Revela que el 23,9% de los afectados padece o ha padecido acoso. Este porcentaje aumenta cuando se trata de menores de edad, entre los que asciende al 27,6% los casos de acoso y al 8,8% el ciberacoso de forma específica.

Según Antonio Rial, profesor titular de Metodología de Investigación Social en la Universidad de Santiago de Compostela y autor principal del estudio, menores y padres tienen "grandes dificultades para interpretar como acoso escolar conductas flagrantes" y, de hecho, solo el 5,9% de los niños y adolescentes entrevistados reconocen sufrir acoso escolar. Lo mismo sucede con los familiares, ya que solo uno de cada cuatro padres de hijos acosados conocen esta realidad.

DETECTARLO

Por ello, es preciso preguntar por conductas concretas y en un tiempo acotado (dos meses y un año), explicó Rial. De esta forma, casi el 14% de los menores entrevistados aseguraron haber sido excluidos o marginados de forma habitual y un 13% dijo que sufría insultos y amenazas. Estas son las conductas más habituales en los casos de acoso escolar, aunque el 48,2% de los afectados también ha padecido "patadas y empujones en clase".

Por franjas de edad, el acoso tiene una incidencia muy alta entre los 11 y los 14 años (donde llega al 37,5%), y supera el 40% entre los varones de estas edades. El trabajo apunta, asimismo, que el 75% de las conductas de acoso suceden en el aula y el 58,6% en el patio y en los pasillos. "O sea, a la vista de todos", recalcó Rial.

Por todo ello, este trabajo "debe servirnos para ayudar a los padres a detectar de forma precoz el acoso e incluso prevenirlo", prosiguió, ya que según la OMS, los adolescentes que lo han sufrido presentan más problemas de salud mental (depresión infantojuvenil, ansiedad, etc.) y de salud general. Como dato preocupante, destacó que el 40% de los menores encuestados asegura que "tardó varios meses en contarlo o que incluso aún no ha dicho nada". Además, el autor subrayó que en la mayoría de los casos el acoso se produce "en grupo" y afecta a chicos y a chicas por igual.

APOYO RECIBIDO

Señaló que, cuando los afectados lo contaron, casi la mitad de sus compañeros no hicieron nada, porcentaje que baja al 27% cuando se trata de amigos. Aún así, el 15% de estos amigos se burlaron al saberlo y otro 10% le quitó importancia.

En cuanto a los profesores, la mayoría hablaron con los padres de agredidos y agresores para intentar solucionarlo, aunque también hubo un 10% que restaron importancia a la denuncia (algunos incluso les recomendaron cambiar de centro).

La gran mayoría de las familias apoyaron emocionalmente a sus hijos, pero una de cada cinco llegó a plantearse buscar otro colegio y un 10% no creyeron a sus hijos la primera vez. Más de la mitad de las familias y de los menores víctimas de acoso creen que desde el centro "se hizo poco o muy poco", y seis de cada diez menores dicen que "realmente el problema nunca llegó a solucionarse".

Este estudio se ha realizado con el apoyo de la Asociación No al Acoso Escolar (NACE), cuyo director, Javier Pérez, también participó en la presentación. A su juicio, hay que hacer mucha prevención y campañas de sensibilización previa entre alumnos y profesores, para que conozcan mejor el fenómeno del acoso y todo lo referido a la discapacidad.

En el acto también intervinieron el director general de Políticas Integrales para la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Jesús Celada; el presidente de AICE, Joan Zamora; la coordinadora de proyectos con jóvenes, Laia Zamora, y víctimas de acoso y sus familias.