Según informaron la Benemérita y la Policía, en la llamada ‘operación Intraborda Nueva’ han sido detenidas 11 personas -ocho ucranianos, un georgiano, un holandés y un francés- y se han intervenido 3.300 kilogramos de cocaína y un buque que fue abordado cuando trasladaba un cargamento de cocaína.

El buque, el 'Sea Scan' fue abordado por la Fuerzas de Seguridad portuguesas a unas 150 millas de la costa lusa, siendo trasladado a continuación al puerto de Setubal (Portugal). Allí esperaba una comisión de agentes españoles encargados de la investigación, ya que ambos países estaban colaborando en la operación.

La operación se inició en noviembre de 2017 como fruto del intercambio de información realizado entre los agentes de España y Portugal dedicados a la lucha contra el tráfico de drogas, lo que permitió detectar una banda internacional dedicada a introducir grandes cargamentos de cocaína desde Sudamérica. Usaba para ello buques que realizaban el viaje transoceánico para luego operar más cerca de la costa como embarcación nodriza de droga.

CAMBIO DE EMBARCACIÓN

La red desarticulada se caracterizaba por no ceñirse a un ámbito territorial concreto o fronterizo, lo que se reflejaba también en la plurinacionalidad de los miembros de la organización criminal.

Así, los buques tras realizar el viaje hacia Sudamérica y cargar en origen la cocaína a trasportar, volvían por aguas internacionales y, al acercarse a la zona convenida, los fardos eran sacados de su zulo y se distribuían de manera conveniente para el trasbordo a embarcaciones más pequeñas, rápidas y manejables, las cuales en función de la navegación a realizar hasta el país receptor serían de un tipo u otro.

Una vez que se abarloaban al buque controlado, la descarga se efectuaba utilizando la propia grúa del barco o mediante una tirolina utilizando unos mosquetones que facilitaban la operación.