Las citadas organizaciones instan a que se respalden principios “esenciales” con el objetivo de “salvar vidas, aliviar el sufrimiento, garantizar los derechos humanos y preservar la dignidad” de las víctimas, según indican en una nota.

L0a coordinadora y el Iecah recuerdan además que la ayuda humanitaria “no debe ser instrumentalizada”. “Advertimos sobre los riesgos que el uso político de la ayuda puede suponer para la población que la recibe”, explican.

“Recordamos que el trabajo humanitario es mucho más que la entrega de paquetes de ayuda y la mera asistencia; supone un diagnóstico detallado de la situación, define quiénes son las personas más vulnerables, analiza las cuestiones de género y edad, garantiza la rendición de cuentas y una serie de criterios de calidad construidos colectivamente en el ámbito internacional. La profesionalidad de quienes realizan la ayuda debe estar contrastada y garantizada. La ayuda humanitaria no debe ser instrumentalizada ni mediatizada”, instan.

Asimismo, añaden en su llamamiento que cualquier actuación humanitaria debe cumplir los “acuerdos internacionalmente asumidos” en la Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda al Desarrollo, los Principios de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas y el Consenso Europeo sobre Ayuda Humanitaria.