En la rueda de prensa posterior al órgano ejecutivo del partido, Vera defendió esa iniciativa porque “todo lo que se haga por desescalar el conflicto será positivo”, y desdeñó el “muchísimo drama” que se generó en torno a la figura del relator, cuando es bueno que haya “una figura que pueda dar fe de lo que se va hablando y avanzando”. Incluso, apostó por “hablar de todo con naturalidad” en esa mesa, incluidas la autodeterminación y los “presos políticos”, como descartó el Gobierno el viernes al dar carpetazo al intento. “No hay que poner líneas rojas”, recomendó.

Por eso, frente a las “presiones de las derechas” que recibe Sánchez tanto desde fuera del PSOE como dentro de su propio partido, le dijo que “hay que ser un poquito más valiente, y en el momento actual más todavía”, en obvia alusión al debate de las enmiendas de totalidad a los Presupuestos, de forma que la mesa “se debería retomar y naturalizar”.

Más tarde, la coportavoz pidió al Ejecutivo “que no dé tantos bandazos en dialogar o no” según dichas presiones, porque “la Constitución no es un jarrón chino” que no se pueda tocar, y remarcó que “quien se tiene que mover un poquito es el Gobierno de Pedro Sánchez”, aunque a la vez apuntó que los independentistas “tendrían que hacer un esfuerzo en entender que los intereses colectivos van por delante y no tienen que pagar un acuerdo político” sobre el conflicto territorial a modo de “monedas de cambio”.

Para Vera, el Gobierno, con sólo 84 diputados, debe negociar con Unidos Podemos y los independentistas para “concretar un proyecto de país que haga frente al de la derecha”. Colateralmente, y en línea con lo que ya hizo el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ayer por Twitter, catalogó como “fracaso” la concentración convocada por PP, Ciudadanos y Vox en la Plaza de Colón, en comparación con otras promovidas por los populares: “Se quedaron muy cortitos en expectativas”.