En concreto, Greenpeace acusa a esta industria de "engañar a los supermercados y a los consumidores" sobre el atún, al distribuir en una misma lata de este producto especies diferentes e, incluso, especies distintas a lo que señalan las etiquetas.

Según recuerda Anfaco, "ni en el ámbito de la UE ni en los mercados exteriores la indicación de la especie es obligatoria en las conservas de túnidos", por lo que "rechaza categóricamente que exista engaño alguno al consumidor".

Por otra parte, la industria conservera entiende que "cabe la mezcla de especies del mismo género" y recuerda que la legislación vigente "permite que los 'thunnus' puedan ostentar la denominación comercial 'atún' en conserva, por lo que no existe fraude alguno".

Según afirma, "la mezcla de especies prohibida seria únicamente entre las que se denominan atún y bonito, o bien entre especies de géneros diferentes, cosa que no ha ocurrido en las muestras a las que alude Greenpeace".