En una entrevista en Canal Sur recogida por Servimedia, denunció que el Gobierno no ha hablado "ni una palabra" con Ciudadanos sobre la situación en Cataluña, lo que considera una muestra más de que está "en descomposición, tocado" y ejerciendo el "sectarismo" de no hablar con los demás partidos constitucionalistas, sintiéndose "más cómodo" con quienes quieren "romper" España que con quienes la defienden.

Insistió en el "error histórico" que supone reconocer a ese relator en la mesa de partidos sobre Cataluña, y aseguró que su partido no permitirá que Sánchez "entregue España a quienes quieren liquidarla".

Rivera no quiso secundar algunos calificativos proferidos por el líder del PP, Pablo Casado, contra el presidente del Gobierno, pero sí le llamó "irresponsable" y "problema para España", por lo que le reclamó de nuevo la convocatoria de elecciones generales. Para una moción de cesnura "no dan los números", subrayó, y la mejor salida posible son las urnas. Reclamó por ello que en los comicios de mayo, aunque no sea generales, los ciudadanos den "un revés a Sánchez" porque es urgente "darle la vuelta a la tortilla".

Anunció, además, que Ciudadanos presetará iniciativas en todos los parlamentos autonómicos para que se vote el rechazo a esa mesa de partidos, y llamó a participar en la concentracion convocada el próximo domingo en la plaza de Colón, de Madrid, que su partido quiere "liderar" pero sin que sea partidista. Habrá gente de todo signo, aseguró, también socialistas que no comparten la gestión de Sánchez. Se refirió en ese punto a Alfonso Guerra, y se preguntó si acaso algunos de sus compañeros de partido le consideran "de extrema derecha".

Se mostró convencido de que a los independentistas les importa "un bledo" la aprobación o no de los Presupuestos Generales del Estado y solo quieren obtener el compromiso de indultos para los que sean condenados por los tribunales y "privilegios" de todo tipo, a pesar de que Cataluña fue "rescatada" por el Fondo de Liquidez Autómica (FLA) y tiene una deuda de 70.000 millones de euros. Ahora, sentenció, "un golpe de Estado no puede tener premio" porque la conclusión no puede ser "que se salgan con la suya".