Rivera había comparecido a primera hora de la mañana en el Congreso de los Diputados para pedir la comparecencia de Sánchez por la cesión de que en la mesa de partidos sobre Cataluña haya un relator. Después de la rueda de prensa de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, Rivera volvió a comparecer ante los medios para anunciar esa concentración.

Aunque Calvo dejó claro que la labor de ese relator será puramente práctica y de organización, Rivera la ve equiparable a la de "mediador" en un conflicto que no es tal, y denunció una "puesta en escena" con la que solo se pretende "engañar" a los ciudadanos con un "apaño" entre Sánchez y quienes le apoyaron en la moción de censura.

Denunció que la pretendida mesa de partidos es en realidad "la mesa de la vergüenza", "inaceptable" para la democracia, y alertó a Sánchez de que "si no nos escucha en las instituciones nos escuchará en las calles", a las que convocó a todos los constitucionalistas más allá de siglas y de ideologías, y a la que se mostró convencido de que acudirán votantes de Ciudadanos y de otros partidos, también del PSOE. "No vamos a ir con el carné en la boca, tenemos que sumar fuerzas", explicó.

Lanzó un llamamiento a crear "un frente cívico" frente al presidente del Gobierno formado por quienes "no estamos dispuestos a vender nuestro país ni a mirar a otro lado". "Tenemos derecho a manifestarnos", dijo, "y lo vamos a utilizar" para evitar que se ponga en marcha esa mesa.

Aunque se mostró abierto "a escuchar todas las iniciativas", mantuvo el rechazo a la moción de censura sugerida por el presidente del PP, Pablo Casado, porque "sabemos contar escaños y lo mejor es contar votos de todos los españoles" en unas elecciones generales.

No quiso precisar si está de acuerdo con Casado en la acusación de "alta traición" formulada contra Sánchez, pero sí alertó de que el presidente es "un peligro en este momento para España" porque está demostrando que es "capaz de cualquier cosa".