Así lo decidió la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, presidida por Manuel Marchena, que juzgará el ‘procés’ independentista catalán a partir del próximo 12 de febrero. La plataforma International Trial Watch (ITW) había solicitado una reunión con los magistrados, tras el rechazo del Supremo de reservar plazas en la sala para observadores internacionales.

En relación a esta decisión, el Supremo indicó que “solo puede ser combatida por la vía de recursos promovidos por las partes” y “no mediante visitas informales de los propios interesados”.

Sobre este asunto se pronunció el pasado jueves el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, quien destacó la “absoluta transparencia” que va a presidir la celebración de la vista. “El juicio es público”, señaló, tal y como establece la legislación española. Las sesiones del juicio serán retransmitidas de manera íntegra y en directo vía ‘streaming’.

Según Lesmes, los observadores son necesarios cuando “hay opacidad”, pero este proceso “se va a hacer a la vista de todo el mundo y todo el mundo que quiera observarlo, si quiere, podrá hacerlo, pero otra cosa es que puedan estar en la sala. Pero todo el que quiera observar, podrá observar, incluidos los llamados observadores internacionales”.