El Ejecutivo explicó, a través de un comunicado que, para “sostener dentro de la ley” el diálogo sobre Cataluña, y que éste camine hacia una “solución política”, es necesario "decidir los espacios para dicho diálogo y el método de trabajo".

El primer espacio es el “institucional” y alude a la reunión “bilateral” prevista en el Estatuto de Autonomía de Cataluña para hablar de la situación y de las opciones posibles que, “dentro de la seguridad jurídica y el orden constitucional, nos permitan dar salida a esta crisis por parte de ambos gobiernos”. Ëste se desbloqueó tras la reunión de Pedro Sánchez y Quim Torra en el Palacio de la Moncloa en julio.

El segundo espacio de diálogo, según Moncloa, “es la mesa abierta a los partidos que en el ámbito catalán han de encontrar puntos en común que saquen a la sociedad catalana del actual escenario de fractura”. Ésta es al margen de la que ya se intenta poner en marcha en la Generalitat.

Apenas una hora después del primer comunicado, Moncloa emitió otro en el que añadía que la propuesta del Gobierno y el PSOE ha sido siempre la misma: una doble vía de diálogo, primero, a nivel institucional, entre ambos gobiernos (nacional y catalán); y, segundo, a nivel de partidos catalanes, para encontrar un consenso que trascienda "la dinámica de bloques que durante una década ha caracterizado la política catalana. Para este último espacio de diálogo, se nombrará a un facilitador que coordine el trabajo de la mesa de partidos".

Tras varias declaraciones a lo largo de la jornada, el Ejecutivo aclaró que “para coordinar y ayudar en esta mesa de partidos, que es horizontal, habrá una persona que coordine las reuniones y ayude en su desarrollo. Será una persona neutral y elegida de común acuerdo”. Desde el Gobierno recuerdan que estos acuerdos para “organizar el diálogo” son fruto de la Declaración de Pedralbes del 20 de diciembre y de las reuniones mantenidas en las últimas semanas de enero.