Garicano, protagonista de este acto organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, auguró que uno de los retos principales a los que se habrá de enfrentar la Unión Europea durante los próximos cinco años es el de “terminar la construcción del euro”, pues “falta un presupuesto común” para el territorio. El economista eludió a la deuda de España durante el momento álgido de la crisis, cuando destinaba “30.000 millones de euros en Seguridad Social, el 3% del PIB”.

“Cuando Arizona (EE.UU.) tiene una crisis bancaria, la reserva federal cubre los fondos de los bancos", alegó Garicano. "El seguro de desempleo federal paga el desempleo de Arizona, por lo que ni los bancos ni el presupuesto de ese Estado se hunden”. Ese tipo de situaciones no se dan en la Unión Europea, lamentó Garicano, que incidió en que en España “el seguro de depósitos y el de desempleo son nacionales”.

Por otro lado, consideró que el “método burocrático” no es efectivo para resolver la cuestión inmigratoria, que no puede funcionar “igual que se reparten las cuotas de naranjas”. En este sentido, destacó que el asunto de la inmigración “toca en el núcleo de lo que afecta a los ciudadanos”, recelosos de que este tipo de asuntos “los decida un burócrata de Bruselas”.

“Ahí Europa ha dado un paso sin red”, reconoció el economista, consciente de que la Unión Europea es vista “como un enemigo” en algunos sectores. Algo que, además, ha fortalecido el discurso de los populistas, que han tenido una “diana” sencilla. Por esta razón, emplazó a los dirigentes europeos a “hacer autocrítica” y trabajar para que Europa “actúe de una forma unificada”.