En declaraciones a su llegada a la Diputación Permanente del Congreso, Montero insistió en la tesis de Podemos de que "tanto el Gobierno español como la UE deberían estar encabezando las posiciones de mediación y de respeto a los procesos en Venezuela que garanticen una salida dialogada, negociada y pacífica al conflicto".

Para ella, en un momento de tanta polarización, "la UE no debería hacer seguidismo de Trump", y a la vez debería "dejar de lado la hipocresía", porque "nadie se imagina ni se le ocurre ver al Gobierno de España dando un ultimátum al Gobierno de Arabia Saudí para que haga elecciones libres".

Montero concedió que en Venezuela "tiene que haber un horizonte de elecciones libres", pero se identificó expresamente con la postura del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, favorable a "liderar las posiciones de mediación y no para agudizar aún más un conflicto" que ya está muy polarizado.

Recordando la guerra de Irak defendida por su predecesor José María Aznar, a su juicio motivada por "el petróleo", interpretó que ése es el interés también de EEUU en Venezuela y pidió que, a diferencia de entonces, España y la UE den "ejemplo de otra cosa".