Su propuesta consiste en el pago de un dividendo en efectivo de 11,576 céntimos de euros brutos por acción, pagadero en metálico y en un único abono el próximo mes de abril, indicó la entidad.

De los casi 360 millones que repartirá la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, unos 219 millones irán al Estado por el 61,4% que controla actualmente en el capital del banco a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).

Un desembolso que elevará así a 3.083 millones de euros las ayudas devueltas por la entidad al Frob, en gran parte precisamente con la entrega de dividendos desde que Bankia pudo retribuir al accionista ya en 2014.

En concreto, los cinco dividendos de la entidad entre los ejercicios 2014 y 2018 suponen un importe conjunto para el Frob de 961 millones de euros. La primera entrega fue de 128 millones y ahora es casi del doble.

El resto de la cuantía procede de desinversiones parciales del Frob, que en 2014 se embolsó 1.304 millones con la venta de un 7,5% del capital de Bankia y a finales de 2017 ingresó otros 818 millones al enajenar un 7% adicional.

El dividendo abonado por el banco por los resultados de 2017 fue de 11,024 euros por título, cantidad idéntica a la pagada por los beneficios de 2016.

Sin embargo, la cuantía total pagada a los accionistas entonces, que alcanzó 338 millones de euros, supuso en la práctica un incremento del 7% como consecuencia de que Bankia amplió capital para absorber BMN.

Según su plan estratégico, Bankia se ha comprometido a abonar a los accionistas 2.500 millones de euros durante el trienio 2018-2020 de su plan estratégico, cuantía que supone más del doble de los 1.160 millones pagados en los cuatro ejercicios precedentes.