La representante del Ministerio Público hará esta petición en el juicio que la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebrará a partir de este martes contra Goikoetxea así como contra el etarra Aitor Cotano y el presunto colaborador Iñigo Gutiérrez. Está previsto que la vista oral comience el martes a las 10.00 horas y se extienda hasta el jueves.

Rodríguez atribuye a Goikoetxea un delito de asesinato terrorista, 26 en grado de tentativa, dos de estragos terroristas, un delito de robo de vehículo y otro de hurto. La fiscal pide también 534 años y seis meses de cárcel para Cotano por los mismos cargos, mientras que para Gutiérrez solicita ocho años de cárcel por un delito de colaboración con organización.

El escrito de acusación de la representante de la Fiscalía involucra también en el atentado terrorista a dos de los últimos dirigentes del aparato militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki”, y Jurdan Martitegi, aunque ninguno de los dos se sentará de momento en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional por encontrarse presos en Francia.

200 KILOS DE EXPLOSIVO

La fiscal asegura que Goikoetxea y Martitegi formaron a partir del año 2005 por orden de “Txeroki” un comando denominado terrorista. En febrero de 2007, tras recibir en Francia adiestramiento sobre armas y explosivos, los dos terroristas entraron en España y captaron como colaboradores de su comando a Cotano y Gutiérrez.

Para llevar a cabo el atentado, Cotano y Gutiérrez se desplazaron el 11 de mayo de 2008 hasta la zona de Las Landas, en el sur de Francia, donde recibieron del etarra Eneko Zarrabeitia –quien se encuentra en situación de rebeldía- una furgoneta cargada con entre 150 y 200 kilos de explosivos. Tras la entrega, transportaron la furgoneta hasta la localidad riojana de Santo Domingo de la Calzada.

Dos días después, el 13 de mayo, Martitegi y Goikoetxea se hicieron cargo de la furgoneta y la llevaron hasta Legutiano mientras Cotano circulaba por delante en otro vehículo para alertar sobre la presencia de fuerzas de seguridad. Una vez frente a la casa cuartel, los etarras aparcaron la furgoneta y activaron el explosivo.

La furgoneta-bomba hizo explosión sobre las 2.55 horas de la madrugada, provocando la muerte de Piñuel así como heridas a otras 26 personas, entre ellos 14 agentes y 12 familiares. También causó daño en el edificio tasado en 3.183.212 euros.

Los etarras abandonaron el coche en el que habían huido de la casa cuartel en el alto de Urkiola, en la provincia de Álava, con un artefacto explosivo que no llegó a activarse porque fue desactivado por los artificieros de la Guardia Civil.

Además de las penas de prisión, la fiscal Rodríguez pide que los tres acusados sean condenados a indemnizar con 500.000 euros a los familiares de Piñuel, con 3.183.213 euros a la Guardia Civil y con diferentes cantidades a los heridos. También solicita que se les impongan la prohibición de residir en Legutiano o aproximarse a las víctimas por un periodo de 10 años tras el cumplimiento de la condena.