Aunque reconoció que los avances en este marco podrían ayudar a la humanidad a superar muchos problemas sociales, expresó la necesidad de establecer un marco ético internacional y unos “principios compartidos en torno a la ética”, según expresó en un desayuno informativo organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum.

De hecho, anunció que ya está preparando para marzo de este año una conferencia en París donde se abordará esta cuestión, a fin de desarrollar un acuerdo internacional sobre los parámetros éticos de la inteligencia artificial en campos como el militar, la seguridad o el de los derechos humanos.

A juicio de Audrey Azoulay, “el mundo está inmerso en un proceso de reformulación de los modelos sociales y políticos”, mientras que “la tecnología nos obliga a reexaminar nuestra manera de actuar” y “pone a prueba nuestra capacidad de defender y preservar nuestros valores fundamentales”.

La técnica de la inteligencia artificial ha sido aplicada por la propia Unesco en proyectos como la reconstrucción de la ciudad vieja de Mosul en Irak tras la ocupación del autodenominado Estado Islámico (ISIS), así como en programas medioambientales y de investigación subacuática.