“Creo que frente a la extensión de la extrema derecha en Europa, donde hay un claro componente racista, en España se había amortiguado bastante bien”, reflexionó el excandidato de Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid en una entrevista con Servimedia.

Y es que, a su juicio, la crispación que ha animado el voto hacia los ultraderechistas de Vox -que se han convertido en llave de Gobierno en Andalucía con 12 diputados- ha estado más motivada por el rechazo al independentismo que por un avivamiento del racismo, aunque reconoció que también ha influido este aspecto.

“A una persona que gana menos de 300 euros al mes en Andalucía, cuando llega una patera con cien inmigrantes, a ver cómo la convences tú de que no son una amenaza, porque es muy fácil que asuman el discurso de 'vienen a quitarme' lo poco que tienen”, opinó García Montero.

No obstante, este intelectual manifestó que “estoy orgulloso de que España sea un país en el que no haya florecido un racismo como en Italia”, y atribuyó el terreno ganado por Vox al “problema del independentismo catalán”.

“ESPECTÁCULO”

Asimismo, el director del Instituto Cervantes aseguró que la ultraderecha se ha valido en gran medida del “espectáculo” que aportan las redes sociales, que “suelen convertirnos en consumidores de nuestras propias obsesiones”, de manera que a quien “tiene la obsesión de que su mujer se porta mal con él, le acaban bombardeando con noticias de qué malas son las feministas”.

Y es que “nos creemos que las redes sociales son muy libres, y lo que hacen es fragmentar para que sólo leamos aquello que halaga nuestros prejuicios”, reflexionó. Por último, García Montero lamentó que “la información seria está siendo sustituida por el espectáculo”.