En declaraciones a Canal Sur Radio recogidas por Servimedia, Maíllo dio por hecho que “el acuerdo, tarde o temprano, se iba a dar”, y redujo a un tema de “escenificación” la demora de unos días en culminarse.

En su opinión, “no hay ni mucho menos una diferencia política ni programática” respecto a lo que pedía Vox pero también postulaban el PP y Ciudadanos, y “lo único que ha cambiado ha sido el estilo de redacción”, por el cual “se introducen elementos de manera más ambigua, que generan menos crispación, pero que tienen el objetivo de debilitar los servicios públicos”, que sufrirán una “gran privatización”, bajar los impuestos a “las grandes fortunas” y “mantener el mercado laboral en precario”.

Maíllo apuntó que la derogación de la ley andaluza de memoria histórica, que será sustituida por una Ley de Concordia según el acuerdo entre PP y Vox, ya la habían postulado los presidentes nacionales del Partido Popular y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, y pronosticó que las leyes de género y en favor del colectivo LGTBI, aunque no hayan entrado en los textos finales suscritos por el PP con Ciudadanos y Vox, se derogarán “por la vía de los hechos” con la “eliminación de ayudas”, mientras sus preceptivos desarrollos “dormirán el sueño de los justos”.

En cualquier caso, el coordinador de IU Andalucía quiso recalcar que el acuerdo de gobierno es “un acuerdo de tres, no un acuerdo de dos planos” como ha querido presentarlo Ciudadanos para que no se le relacione con Vox. “Es un acuerdo del Partido Popular con Ciudadanos y Vox para gobernar”, rectificó.

Por lo que respecta a Adelante Andalucía, Maíllo explicó que mantendrá “el mismo discurso” y “no cambia el estatus”, pues ya durante el Gobierno de Susana Díaz estaba en la oposición; sólo que, “por insuficiencia aritmética”, procurará establecer “alianzas en la calles, en el espacio asociativo” para enfrentarse a los “ataques a la educación y la sanidad públicas”, que vaticina que “se van a agudizar” con el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno.