Ese fue el mensaje que envió Ridao al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su comparecencia monográfica sobre desempleo ante el Pleno del Congreso de los Diputados.

Con la remodelación del Gobierno, aseguró Ridao, el presidente se ha comportado “como el entrenador que recurre al mercado de invierno para contratar a jugadores veteranos y contrastados” pero olvidando que además de “ilusionar a la parroquia” hay que cambiar “la táctica y el estilo de juego”.

En el caso del Gobierno, advirtió, ese estilo ha sido el de una política económica “indolente e improvisada” cuya conclusión es que el crecimiento “se estanca” y el empleo “no remonta”.

El panorama es “desolador”, sentenció, mientras el presidente entona “la vieja canción de los años treinta de que todo va bien señora baronesa”, si no fuera porque “ha caído un rayo sobre el palacio y lo ha dejado como un inmenso solar”.

Ridao acusó además al Gobierno de comportarse como “el perro del hortelano” ante la reforma laboral, porque primero “no se atrevió” a acometerla, después no logró el acuerdo, apareció “cautivo” de los agentes económicos, y finalmente aprobó un texto “a lo Juan Palomo” que fue contestado con una huelga general.

En ese terreno se mostró convencido de que “las cosas van a empeorar”, porque de momento la contratación sigue siendo temporal.

Volvió a reclamar para Cataluña y las demás comunidades autónomas las competencias sobre políticas activas de empleo que se ha acordado transferir al País Vasco y alertó de que los servicios públicos no pueden seguir siendo “meros tramitadores de prestaciones y administradores de datos” y necesitan más recursos y competencias para garantizar, por ejemplo, “itinerarios individualizados” a los parados.

En definitiva, dijo Ridao a Rodríguez Zapatero, “hay que hacer un buen lavado a los servicios públicos de empleo”, pero no basta “con la chapa”, es necesario limpiar “los bajos”.