Esos límites son idénticos a los propuestos por la Comisión Europea el pasado mes de mayo y algo menos ambibiosos respecto de los propuestos por el Parlamento Europeo el pasado noviembre (un 20% en 2025 y un 30% en 2030).

Las tres instituciones comunitarias deberán dialogar en trílogos para acordar una postura común, lo que previsiblemente comenzará el próximo mes de enero bajo la Presidencia rumana de la UE. Hasta ahora nunca se habían fijado límites de emisiones de CO2 para vehículos pesados.

“A partir de 2025, los nuevos camiones y autobuses emitirán en promedio un 15% menos de CO2. Y a partir de 2030 emitirán un 30% menos de CO2. Esto es parte de nuestros esfuerzos por descarbonizar el sector del transporte por carretera y es un paso importante hacia el logro de los objetivos que hemos acordado en virtud del Acuerdo de París. Las reglas acordadas hoy significan que entre 2020 y 2030 emitiremos 54 millones de toneladas de CO2 menos, lo que corresponde al total anual de emisiones de CO2 de Suecia”, afirmó Elisabeth Köstinger, ministra de Sostenibilidad y Turismo de Austria.

El acuerdo del Consejo de Ministros de la UE prevé una penalización financiera en forma de una prima por exceso de emisiones para los fabricantes que no cumplan con los objetivos de reducción de emisiones de CO2.

SUPERCRÉDITOS

Habrá un sistema de incentivos llamados supercréditos, con bonificaciones para los fabricantes de vehículos de cero o bajas emisiones, y un sistema de préstamo y débito que permite a un fabricante equilibrar un bajo rendimiento de emisión específico anual con el objetivo de otro año.

Asimismo, se plantea un sistema de penalización para los fabricantes que excedan su objetivo de reducción en dos fases: 4.000 euros por cada gramo de tonelada de CO2 emitida por kilómetro de exceso entre 2025 y 2029, y 6.800 euros a partir de 2030.

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, valoró el acuerdo de Bruselas para la reducción de emisiones de CO2 de vehículos pesados y lo consideró como un paso “determinante” para que la UE regule, por primera vez y lo antes posible, objetivos de limitación de emisiones en el sector del transporte.

“El acuerdo es una buena noticia porque permite iniciar las negociaciones con el Parlamento y la Comisión Europea para sellar una decisión definitiva sobre los objetivos de emisiones de vehículos pesados. Fijar unos límites claros es fundamental para que podamos cumplir los compromisos en la lucha contra el cambio climático. Al mismo tiempo, aporta un marco de certidumbre a la industria, abriendo oportunidades para mejorar la competitividad, incidir en la innovación y generar empleo de calidad”, señaló.

Las emisiones de CO2 de los vehículos pesados, incluidos camiones, autobuses y autocares, representan aproximadamente un 6% de las emisiones totales de CO2 en la UE y un 25% del total de las emisiones de CO2 del transporte por carretera. Actualmente, la legislación de la UE no establece requisitos de reducción de CO2 para esos vehículos.