Según detalló el banco hoy, el objetivo final es reducir el tiempo del proceso de pago y hacerlo sin depender de ningún dispositivo, y con este sistema el cliente no precisará descargarse aplicación alguna.

Solo deberá realizar un proceso de 'enrolment' a través de un ordenador de sobremesa o un dispositivo móvil que cuente con una cámara frontal para identificar su rostro mediante la grabación de imágenes.

La herramienta creará un patrón biométrico de su cara, que permite tanto que el rostro evolucione con el tiempo como distinguir alteraciones en la fisonomía de una persona como podría ser usar maquillaje, gafas o un simple afeitado.

La prueba piloto la ha lanzado con la participación de más de 200 personas y empezó el pasado día 11 en las cafeterías de los centros corporativos del banco en Sant Cugat, en Madrid y en Alicante. Esta fase acabará en enero de 2019, momento en el que se diseñará el plan de despliegue.

“No hacen falta ni tarjetas, ni teléfono móvil, algo que un cliente acostumbrado a sistemas de pago cada vez más intuitivos y naturales agradece, sobre todo porque eso supone una reducción del tiempo en el proceso de pago y, por tanto, de las colas en los comercios”, subrayó el director de Innovación Tecnológica de Sabadell, Alfonso Ayuso.