Biodiversidad

La hojarasca de eucalipto altera el desarrollo de las larvas de anfibios

MADRID
SERVIMEDIA

Las plantaciones de eucaliptos alteran el crecimiento, el desarrollo y las respuestas frente a depredadores de las larvas de anfibios, efectos que se ven exacerbados por un aumento en temperatura y ocurren por la presencia de hojarasca de estos árboles en las charcas, según un estudio que ha contado con la participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Plantar masivamente especies exóticas para uso comercial y el aumento de la temperatura global causada por las emisiones de efecto invernadero son dos de las amenazas principales para la fauna silvestre.

Estas perturbaciones, en conjunción con otras, reducen la biodiversidad mundial, a la vez que comprometen la salud de poblaciones que a priori no se encuentran en riesgo. De todos los grupos de vertebrados, los anfibios son los más amenazados, debido a la pérdida y alteración de sus hábitats.

“En este estudio hemos investigado el efecto que las plantaciones de eucalipto, originario de Australia pero exportado a lo largo del planeta, tienen sobre el crecimiento, desarrollo y fisiología de larvas de anfibios”, explica Iván Gómez Mestre, de la Estación Biológica de Doñana, quien añade: “Para ello, hemos simulado un escenario de calentamiento global en el que larvas de la rana bermeja (‘Rana temporaria’) tenían que hacer frente a la presencia de hojarasca de eucalipto en al agua, así como a la presencia de depredadores nativos”.

ALTAS TEMPERATURAS

Los investigadores observaron que “la hojarasca de eucalipto redujo el crecimiento de las larvas y también ralentizó su desarrollo, ya que necesitaron más días para metamorfosear con un tamaño corporal más pequeño”, según comenta Pablo Burraco, primer firmante del estudio.

“Las altas temperaturas acrecentaron estas respuestas. Además, la mera presencia de hojarasca de eucalipto redujo en buena medida la respuesta frente a depredadores, lo que, sumado a los cambios en crecimiento y desarrollo, nos hace predecir una reducción en supervivencia en aquellas larvas que habiten charcas rodeadas de plantaciones de eucalipto”, recalca.

El efecto tóxico del eucalipto se manifestó también en un menor consumo metabólico por parte de las larvas, aunque no alteró su respuesta inmune ni su sistema antioxidante. En cambio, larvas expuestas a altas temperaturas mostraron desajustes inmunológicos y estrés oxidativo celular, lo que confirma el alto coste fisiológico que el calentamiento global tiene sobre los anfibios.

“En conclusión, la simple presencia de hojarasca de eucalipto perturba el crecimiento, desarrollo y las respuestas frente a depredadores de las larvas de anfibios, efectos que se ven exacerbados por un aumento en temperatura”, indica Gómez Mestre.

Burraco indica que “la progresiva sustitución de las plantaciones de eucalipto por plantaciones nativas permitiría mejorar la salud de las poblaciones de anfibios, y probablemente de otros organismos acuáticos”.

(SERVIMEDIA)
20 Dic 2018
MGR/gja