El objetivo, según el Minsterio, es “construir un sistema de becas que asegure plenamente el derecho a la educación y la igualdad de oportunidades”. De hecho, para los presupuestos de 2019 y 2020 se esperan 536 millones en becas universitarias y no universitarias.

Isabel Celaá señaló que “las becas son el mejor trampolín para hacer posible el ascensor social a través de la educación y del esfuerzo”. El cometido del Observatorio será crear un “sistema de becas más integrado, ampliando su cobertura, sus cuantías y su función preventiva del abandono temprano”.

Uno de los asuntos pendientes de Duque es la “elaboración de una nueva Ley de Universidades” que, entre otros objetivos, “promueva la igualdad de oportunidades”. Con la reactivación del Observatorio, dijo, “ambos ministerios queremos lograr el mayor consenso posible entre las organizaciones e instituciones implicadas”.

El gasto total en becas y ayudas al estudio representa un 4,3% del gasto educativo en España, muy inferior al 8,6% de media en la Unión Europea. Por eso, ambos ministros prentenden “acercarnos gradualmente a esa media europea de inversión en becas como señal inequívoca de nuestro compromiso con la igualdad de oportunidades”.

Los trabajos del Observatorio se orientarán a estudiar cómo racionalizar los requisitos académicos para la concesión de becas y ayudas, revisar los umbrales de renta y sus cuantías, tener en cuenta a nuevos colectivos con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE), revisar los criterios de reintegro o valorar cómo compatibilizar las becas y ayudas con la vida laboral.