En declaraciones en los pasillos del Congreso de los Diputados, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, explicó que, al margen de esa reunión entre presidentes, “habrá alguna otra”, como por ejemplo un encuentro entre ella y el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés.

Calvo no precisó si, además, otros ministros se verán con consejeros del Gobierno catalán, pero sí garantizó y argumentó que “lo que no va a haber es una reunión de dos gobiernos, porque nosotros también somos el Gobierno de Cataluña”.

La ‘número dos’ del Ejecutivo descartó que se haga “ningún agravio comparativo” entre Cataluña y cualquier otra región, habida cuenta de que en Andalucía sólo hubo reunión entre los presidentes. Calvo no descartó que con motivo del Consejo de Ministros que se celebrará en Alicante en marzo, a una reunión entre Sánchez y Ximo Puig puedan sumarse otros miembros de los respectivos gobiernos.

“A nadie se le escapa que conviene utilizar la razón, y la situación es razonable”, aseguró, y es necesario valorar que Cataluña vive una “situación muy compleja que provoca el independentismo” que “rebota” en el resto de España y que “nos preocupa a todos los españoles, como es lógico”.

Por ello, “si podemos aprovechar para adelantar trabajo, que para nosotros es importante porque es coordinación y porque es respuesta del Gobierno de España a los problemas de Cataluña, lo haremos”.

Calvo defendió la conveniencia de una reunión entre ella y Aragonés porque hay “muchos temas pendientes que afectan a Cataluña” y porque también hay sobre la mesa un proyecto de Presupuestos Generales del Estado “muy bueno” para el conjunto de los españoles y para resolver “problemas endémicos” de Cataluña.