Los aficionados abarrotaron los pabellones del colegio de la ONCE Antonio Vicente Mosquete y el municipal Fernando Martín de la Dehesa de la Villa en cada uno de los partidos que jugó el Fundosa Grupo. Ambas instalaciones fueron acondicionadas para albergar un aforo de 1.000 personas.

El día de la final, en la que venció el Verkerk de Holanda, el Vicente Mosquete se quedó pequeño y se tuvo que habilitar un auditorium anexo, en el que más de 700 espectadores siguieron el dearrollo del partido en una pantalla gigante de vídeo. Sumando la asistencia a los 20 partidos que se jugaron en la Eurocopa, la cifra se eleva a más de 11.000 espectadores, según explicó a Servimedia el director de la competición, Alberto Jofre.

El presidente de la zona europea de la Federación Internacional de Baloncesto en Silla de Ruedas (IWBF), Hans Tukker, manifestó que Madrid'96 ha sido la Eurocopa de clubes mejor organizada y con mayor éxito de público de la historia y felicitó a los responsabls de la organización de la 'Gran Cita Europea' de este deporte, la Fundación ONCE, la Fundación Pedro Ferrándiz y el Instituto Municipal de Deportes de Madrid.

El director de la Fundación ONCE y presidente del comité organizador de la 'Eurocita', José Manuel Pichel, indicó a esta agencia que los equipos participantes le han expresado su satisfacción por el trato recibido y por la organización del campeonato y que, por tanto, tiene la sensación de haber cumplido con el "trabajo bien hecho".

Por suparte, el vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE, Rafael de Lorenzo, indicó que con esta Eurocopa se ha cumplido el "objetivo social" de difusión del deporte de discapacitados, y aunque lamentó que el representante español no haya conseguido el título continental, añadió: "Preferimos quedar subcampeones ante 2.000 personas que quedar campeones ante 100".

En la organización de la Gran Cita Europea de Baloncesto en Silla de Ruedas Madrid '96, que englobó la Eurocopa de clubes y el I Simposio Euroeo de este deporte, intervinieron alrededor de 120 voluntarios, que se encargaron de atender a los más de 100 integrantes de los 8 equipos participantes en la fase final y a los cerca de 80 especialistas inscritos en el simposio.

Los equipos estuvieron alojados en un hotel cercano a la sede principal de la competición y dispusieron de 8 autobuses de piso bajo -de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid-, 4 eurotaxis, 2 furgonetas y 4 coches, todos adaptados para minusválidos y preparados para la necesidades específicas de los equipos, que han de llevar consigo gran cantidad de material, como las sillas de ruedas especiales para el baloncesto, repuestos, equipaciones, etcétera.