Los once trabajadores permanecerán durante todo el mes de julio en Split, sacrificando sus vacaciones estivales y en agosto serán reemplazados por otro grupo de especialstas de la Escuela Navarra de Enfermería y Pedagogía, según explicó hoy en rueda de prensa el gerente de ASPACE, Carlos Esparza.

ASPACE tuvo conocimiento de la deficitaria situación que atravesaba el centro de discapacitados físicos y psíquicos de Split y el pasado mes de enero envió una primera expedición con ayuda material, que pudo comprobar que los minusválidos se encuentran en calidad de desplazados y de refugiados y viven en condiciones muy duras, distribuidos en tres edificios: una escuela, un imnasio y un antiguo centro de reinserción de delincuentes juveniles.

Según señaló Carlos Esparza, la penosa situación en la que se encuentran los minusválidos, les ha llevado a una importante regresión en sus dolencias, por lo que el personal técnico que viaja hacia Split tratará de aportar su experiencia profesional y transmitir a los trabajadores del centro sus conocimientos técnicos.

"El objetivo es transmitirles nuestra forma de trabajo porque vimos que había bastantes diferencias con respeco a lo que nosotros consideramos que es una atención especializada a los minusválidos", afirmó el responsable de ASPACE.

Para el envío de la expedición, la Asociación Navarra de Paralíticos Cerebrales ha contado con la ayuda económica aportada por el gobierno navarro (8 millones de pesetas), así como con diversas aportaciones de empresas y particulares.