Benítez dijo que con esta obra, una de las más "duras" que ha escrito, trata de responder a algunos interrogantes relacionados con la religión que le han planteado sus lectores en los últimos años. El libro está estructurado en forma de pregunta-respuesta e ilustrado con fotografías del hijo del autor, Iván.

El autor de la serie de novelas "Caballo de Troya" señaló que ha querido presentar este trabajo el día del primer aniversario del 11-S por el vínculo de estos acontecimentos con el fanatismo religioso.

A su juicio, detrás del integrismo están las principales religiones, el cristianismo, el judaísmo y el islamismo, que han fomentado un "dios castigador", preocupadas sólo por el dogma y la prohibición.

Benítez sostiene que el Corán refleja un Dios "demente y loco"; de la Iglesia católica cree que una de las peores cosas es su jerarquía y al judaísmo le acusa de estar preocupado sobre todo por el dinero.

El escritor navarro asegura que su dios preferido "no cstiga, no bendice guerras ni se posiciona al lado del poder" y "tiene sentido del humor".

De los ataques a Estados Unidos en el 11-S, baraja la tesis de que fue una operación diseñada desde instancias oficiales norteamericanas, con el conocimiento de George Bush, para justificar su expansión bélica por Oriente y controlar el peligro de China empezando por un ataque a Afganistán.

Benítez señaló que se siente "amenazado" por sostener estas teorías contra las religiones y contra Estados Unidos, peroque ha perdido el miedo a hablar, sobre todo después de una grave operación de corazón de la que acaba de salir.