Según ANAR, la población infantil es "más vulnerable" a los efectos postraumáticos de desastres como el 11-M. Muchos menores se han visto afectados de forma directa o indirecta por los atentados, recuerda esta organización, que advierte de que son muchos los niños que necesitan "más que nunca" la atención psicológica postraumáica.

La Fundación explica en una nota que "el mundo seguro e idílico en el que viven los niños se derrumba en un instante y el riesgo de sufrir trauma es mucho mayor que en otras edades".