El BCE sostiene que el ritmo "moderado" de recuperación de la actividad económica en la zona euro "parece haber continuado" en el primer trimestre de 2004.

"Sin embargo, los indicadores coyunturales publicados recientemente han sido contradictoris, poniendo de manifiesto la existencia de un cierto grado de incertidumbre en el corto plazo, mientras que, hasta el momento, los atentados de Madrid del 11 de marzo no han afectado sensiblemente las perspectivas económicas", dice el BCE.

En cuanto a las perspectivas de futuro, conducen a un "fortalecimiento gradual del crecimiento a lo largo del 2004 y más allá", ya que "avanza la recuperación en el resto del mundo" y la dinámica externa de la zona euro "debería garantizar un aumento sustancial de l exportaciones".

En el ámbito interno, se espera que las empresas continúen elevando los gastos de capital. A juicio del BCE, la recuperación de la inversión debería ser propiciada por las "mejores perspectivas de la demanda, las favorables condiciones de financiación y los mayores beneficios".

El consumo de las familias debería beneficiarse del "mayor vigor" del crecimiento de la renta real, respaldado por los menores precios de importación, los recortes en los impuestos directos y, "a finales d año", por la mejora gradual del mercado de trabajo.

Entre los signos preocupantes que observa el BCE se encuentra el comportamiento de la inflación, consecuencia de la elevación de los impuestos sobre el tabaco y los efectos de los precios energéticos, que se comportaron mejor hace un año que en este ejercicio.

Sin embargo, teniendo en cuenta la evolución de salarios, del tipo de cambio y las perspectivas de recuperación de la economía se espera que la inflación de la zona euro se mantenga en nieles compatibles con la estabilidad de precios en el medio plazo.

Los factores que han de ser objeto de un estrecho seguimiento son el aumento de los precios del petróleo y de las materias primas distintas del crudo.