Gabilondo manifestó que sospecha que "esta medida (dar citas hasta las 18,30 horas) podría también traer otros recortes” y añadió que espera que "eso no incluya recortar otros horarios y servicios”. “Y aún peor, que eso expulse más ciudadanos hacia la sanidad privada que, lógicamente, basa su oferta en la alta accesibilidad y en la adaptación de los horarios al paciente”, añadió. A su juicio, esta medida, “aislada y descontextualizada, no forma parte de un plan estratégico global”.

Además, destacó que “no resuelve ni la escasez presupuestaria, ni la de profesionales, ni la sobrecarga asistencial, ni la precariedad en el empleo, ni descarga de tareas burocráticas, ni proporciona más tiempo para las consultas”.

Dijo que esta reducción horaria no cuenta con el consenso de las organizaciones sindicales, profesionales y ciudadanas y añadió que esta medida “afecta a la accesibilidad, a la continuidad y al seguimiento por el mismo médico a lo largo de los años de todos los problemas de salud del paciente”.

Además, “podría traer un incremento de tiempo de espera en las citas, para las consultas de medicina de familia, pediatría y enfermería, así como saturación aún mayor de los servicios de urgencias, por no hablar del incremento de los gastos desde el punto de vista socio laboral y las dificultades de gestión con una plantilla que no cubriría las 37,5 horas de jornada semanal”.

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, dijo, tras manifestar en un primer momento que “ni se han recortado horarios ni hay previsión de recortarlos en el futuro”, que es necesario “adaptar los medios existentes a las demandas de la población y necesidades de los profesionales”.

Garrido afirmó que se pretende “prestar una mejor atención y aprovechar los recursos ante la situación de falta de personal, sobre todo en pediatría”. Insistió en que esta medida “no implica ninguna restricción de horarios” y dijo que este proyecto piloto se aplicará en 14 centros de salud, durante el primer trimestre de 2019.

Explicó que el objetivo es “comprobar si es viable una modificación organizativa horaria interna más flexible en la atención primaria, modificando turnos de trabajo pero sin afectar al horario de cara al ciudadano”. Finalmente, destacó que el 85% de las consultas se celebra entre las 8 mañana y las 6.30 de la tarde, aunque se prestara servicio hasta las 9 de la noche.