Al llegar al Congreso de los Diputados, donde se conmemoran los cuarenta años de la Constitución, Rivera subrayó que es un día de celebración por esas décadas de democracia y también de agradecimiento a quienes la hicieron posible y permitieron "el milagro" de que los españoles pasaran de ser "enemigos" a ser "compatriotas", "de rojos y azules a libres e iguales".

Destacó también que es un día para "defender" la Constitución, teniendo en cuenta que "no en todos los lugares de España" es fácil defenderla y reivindicarla, y para agradecer a todos los servidores públicos su labor, con una mención especial a los catalanes que han sufrido un "golpe de Estado" por parte de los independentistas y la han seguido defendiendo "dignamente".

Aseguró que no es momento "de guerracivilismos, de rojos y azules, de confrontación", sino de volver a unir a los españoles en la ilusión de un proyecto compartido, reivindicando la palabra "futuro" para sumar en torno a los valores constitucionales.

Preguntado por posibles alianzas políticas, Rivera dejó claro que siendo de centro no ve "enemigos de izquierdas o de derechas" sino "compatriotas que pueden pensar distinto" pero con los que es necesario darse la mano, porque hoy la necesidad de sumar y de consensuar es mayor que nunca.

Antes de reformar la Constitución, precisó, es necesario "defenderla y aplicarla", y para ello apeló a los constitucionalistas, que suman dos tercios del Congreso de los Diputados, al PP y al PSOE que tendría que dejar atrás "el sanchismo" para "darse la mano" con los otros dos partidos.

Rivera considera que la actitud del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "hace más difícil" ese acuerdo, pero en un futuro puede ser que esa mayoría pueda acometer reformas para eliminar los aforamientos, actualizar la ley electoral, "reformar o cerrar" el Senado o garantizar la igualdad de acceso de todos los españoles a la sanidad, a la educación o a la atención a la dependencia.