Así lo indicaron fuentes del Gobierno al explicar el “golpe de efecto” que buscaban con las declaraciones de Sánchez tras los resultados de las elecciones andaluzas del domingo. Se trata, dicen, de mostrar un “Gobierno autónomo en su comportamiento”. Demostrar “la voluntad clara de que la iniciativa la lleva el Gobierno”, añaden.

Esto también supone el “fin de la etapa del disimulo” y un “no a seguir con el mareo de los independentistas”, demostrando que el “vector de fuerza es distinto y que el que tira es el Gobierno”.

Insisten en que con la presentación de los PGE “el mensaje que lanza es que el Ejecutivo es propio y no sucursalista de lo que hagan los demás”.

Se busca así que “cada uno se retrate” en la votación en Cortes del proyecto de PGE que eleve el Ejecutivo. Con la “esperanza de que los españoles vean que es este Gobierno el que marca ritmo”, apuntan.

En este sentido, dichas fuentes indican que la política es el “arte de la voluntad y las estrategias” y tras las andaluzas se han “lanzado dados” y luego ver que “ocurren acontecimientos”, dando así “pasos” pero con “intención” porque “fallar es algo grave” y el fin de la ”estrategia es conseguir españoles se sumen a ese proyecto” y valoren mejor al Ejecutivo que encabeza Sánchez, al que identificaron como el maquinista que está al frente de la locomotora que tira de todo el tren, ya que el Gobierno “no puede estar al final del vagón”.

Respecto a la conclusión de que esta estrategia concluye con una convocatoria de elecciones generales, desde Moncloa insisten en que eso “sólo lo sabe un hombre” y que es el presidente el que “tiene el botón rojo”.