En las últimos comicios, el PSOE que lidera Susana Díaz ya logró los peores resultados de los socialistas en unas autonómicas al quedarse en 47 escaños con algo más de 1,5 millones de votos. Si bien, hace cuatro años justificaron que por primera vez se dividía el espectro político en cuatro grandes formaciones.

Ahora, la caída del PSOE – con poco más de un millón de votos- sumada a la izquierda en su conjunto, por el descenso de tres parlamentarios que también cosecha la coalición de Adelante Andalucía (Podemos e Izquierda Unida), es un contexto que reconocen fuentes socialistas que tampoco esperaban.

Apuntan que el “brutal” resultado de Vox, que alcanzó los 12 parlamentarios y casi 400.000 votos, es lo que consideran que ha provocado el “desajuste” en el resultado respecto a sus pronósticos. “Nadie” esperaba que lo de Vox fuera “tanto”, reconocen.

La pérdida del Gobierno es una opción con la que no querían jugar en el PSOE andaluz y se mostraban, hasta la tarde de hoy, convencidos de que la mayoría de izquierdas les permitiría seguir al frente de la Junta.

Reconocían que habría bajada de votos y escaños y que la continuidad en el Ejecutivo requeriría de una intensa negociación. Pero conforme avanzaban las horas, en el seno del PSOE andaluz cundió le “preocupación” porque los datos que les llegaban desde sus agrupaciones, especialmente de bastiones importantes como Jaén y Sevilla, era de una considerable baja participación. No sabían cómo interpretar esos datos y temían que fuese de electorado de izquierda.

Esa preocupación se trasformó en impacto y silencio en cuanto conocieron, antes que los medios de comunicación, los datos reales de las urnas y la confirmación de la debacle de los socialistas en su principal caladero de votos.

Entonces, Díaz continuó “encerrada” con su equipo más próximo en una sala de una planta por encima del lugar habilitado para la prensa en el hotel Meliá Sevilla, al que había llegado sobre las 20.00 horas, acompañada por ese mismo equipo que forman el secretario de Organización del PSOE Andalucía, Juan Cornejo, y el secretario general de Presidencia, Máximo Díaz-Cano.

Cuando ya habían hablado todos los candidatos de las demás formaciones políticas, sobre las 23 horas compareció Díaz ante los periodistas. Lo hizo arropada por la Ejecutiva regional del PSOE y visiblemente afectada y junto a los dirigentes, un centenar de militantes y miembros del partido que en varios momentos dedicaron aplausos a la presidenta. Algunos de ellos, con lágrimas y muy afectados por el resultado, respaldaron el reto de Díaz a PP y Cs de hacer un cordón sanitario para evitar que Vox condicione la gobernabilidad de Andalucía.