El documento es uno de los tres informes analizados y sometido a aprobación por parte de la comisión de investigación que preside Ana Oramás, junto al de antecedentes y el dictamen con recomendaciones sobre medidas para evitar una repetición de la crisis financiera.

El informe sobre antecedentes da cuenta de los pasos dados por la Comisión hasta su constitución, el listado del casi centenar de responsables del Gobierno, organismos reguladores nacionales e internacionales, entidades financieras o firmas de auditoría que han intervenido para dar su visión sobre la raiz de los problemas, su gestión y cómo evitarla, e incluye una adenda con los centenares de documentos solicitados para esclarecer la situación.

El documento con las conclusiones ofrece una descripción de los acontecimientos en función de las conclusiones extraídas del análisis de todas esa información y de los relatos proporcionados por los comparecientes.

La dirección nacional de Ciudadanos ya había anticipado su voto en contra ante el "pasteleo" entre PP, PSOE e Izquierda Unida para no "reconocer su responsabilidad" en la quiebra de cajas de ahorro que ha costado a todos los españoles 60.000 millones de euros.

Su voto en contra lo emite ante la reticencia de esos partidos a incluir, en el dictamen de la Comisión la conclusión de que "allí donde los políticos se han puesto a jugar a banqueros han arruinado las entidades y eso nos ha costado a los españoles 60.000 millones".

Unidos Podemos, por su parte, se descuelga con la abstención después de que se haya quedado prácticamente solo en su reivindicación de la gestación de una banca pública entre el abanico de soluciones.