Según la documentación y las fuentes de la Dirección General de la Benemérita consultadas por Servimedia, la oficial presentó una denuncia a comienzos de octubre ante la Policía Nacional, que dio traslado a un juzgado militar. Se ha abierto una causa por “abuso de autoridad”, que es como se ha trasladado jurídicamente la denuncia de acoso.

La militar denunciante, que teme “represalias” de sus superiores, está asignada al llamado Mando de Apoyo, del que dependen las jefaturas de Servicios de Apoyo, Servicios Técnicos y Asuntos Económicos. Este mando se encarga de la coordinación y gestión de los recursos financieros y del desarrollo de la política de recursos materiales dentro de la Benemérita.

Desde la Dirección General de la Benemérita se confirmó a esta agencia que existe una causa judicializada sobre este asunto, pero se declinó hacer ningún comentario ni valoración al respecto.

Las fuentes consultadas indicaron que la oficial presentó la denuncia el pasado 3 de octubre en la comisaría de la Policía Nacional de Móstoles (Madrid), donde aseguró que desde el pasado 20 de septiembre viene sufriendo “acoso laboral” por parte de tres altos responsables del Mando de Apoyo.

“GRABACIÓN ILEGAL”

A este respecto, la militar denunciante asegura que todo comenzó con una “desavenencia” con un superior el pasado 20 de septiembre por “cometidos de trabajo”. Tras este episodio, tuvo conocimiento de que el general de su jefatura la considera informante de un “expediente de Asuntos Internos”, en la que supuestamente se investigaría a dos altos responsables de la misma unidad.

La oficial también trasladó a la Policía que miembros de su jefatura le comentaron que los mandos a los que denuncia sostienen que existe “algún tipo de grabación ilegal” que prueba que ella es “confidente de Asuntos Internos”.

La militar añade que en días posteriores al 20 de septiembre vio confirmado que “sus jefes” sostienen que ha contactado con Asuntos Internos y que a eso se debían las “desavenencias” que vienen teniendo en los últimos meses.

Esta situación es la que llevó a la oficial a denunciar estos hechos ante la Policía, puesto que teme “algún tipo de represalia por parte de sus superiores”, que son altos responsables de una de las jefaturas del Mando de Apoyo. Esta instancia depende del director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, que a su vez depende del director general de la Benemérita, Félix Azón.