Desde Almería, en un acto con mayores, Casado reclamó al Gobierno que explique “quién les ha pedido” cesar al abogado del Estado jefe de lo Penal, Edmundo Bal, que ejerció la acusación en la investigación del 'procés' y que era partidario de acusar a sus promotores por delito de rebelión, pese a que finalmente la Abogacía optó por los delitos de sedición y malversación.

“¿Es que España se merece que su Gobierno sea rehén de aquellos que quieren destruirla? ¿Es que Sánchez tiene algo de dignidad cuando ve que un independentista escupe a su ministro de Exteriores (Josep Borrell) y sale diciendo que esto no tiene importancia y que es culpa mía porque yo he debido crispar con todo lo que el tiempo me ha dado la razón?”, se preguntó.

Consideró “increíble” que Sánchez “culpe” al PP de lo ocurrido en la sesión de control al Gobierno cuando “le debe el puesto a quien le escupe”. Se refirió así al tenso encontronazo que se vivió el pasado miércoles en la Cámara Baja entre el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, y el ministro de Asuntos Exteriores, quien denunció que un diputado de la formación independentista republicana le escupió al salir del Hemiciclo.

Recordó que el presidente del Gobierno llamó una vez a su antecesor, Mariano Rajoy, “indigno” y en condicional le espetó: “Si es usted tan indigno de permitir que escupan a su ministro con tal de permanecer unos días más en La Moncloa, usted no puede permanecer ni un día más en la Presidencia del Gobierno”.

En este punto, Casado aseguró que “jamás” toleraría que “un impresentable como Rufián” insultase de la misma manera a la bancada popular y escupiese a algún diputado de esta formación, y no lo haría “por una cuestión de dignidad y de normalidad democrática”. Abundó en que “no se puede tolerar” que “esta gentuza” que ha “arruinado Cataluña” vaya al Congreso a insultar y el Gobierno de España lo acepte.

“Que no hagan nada es la constatación de que tenemos un Gobierno indigno que depende de los independentistas para sobrevivir”, denunció, al tiempo que defendió que el PP no tiene la culpa de que reciban este trato. “¡Les escupen porque no son fiables ni para los independentistas!”, enfatizó el presidente popular.

En todo caso, quiso dejar claro que él sí censura “ese escupitajo y esos insultos” y se pone al lado de Borrell. Así, se dirigió al votante socialista para decirle que “si le avergüenza lo que vio en las Cortes Generales, aquí tiene un partido al que votar por dignidad nacional”. “Abiertos estamos a los socialistas avergonzados por esta absolutamente indignidad democrática”, se reafirmó.

Advirtió de que “nos jugamos aquí, en Andalucía, lo que pueda pasar en España”, ya que “si gana Susana Díaz, pacta con Podemos y gobierna, para Sánchez es un balón de oxígeno para estar un añito más en La Moncloa”. Por el contrario, si “todos los votos útiles” se centralizan en torno al PP, “el único que no va a pactar con la izquierda”, a Sánchez le quedarían “dos telediarios” en La Moncloa.

En este contexto, pidió a los andaluces que se tomen “en serio” la votación del domingo 2 de diciembre, en la que hay que elegir entre “Susana a la orden del comunismo de Podemos o el PP con quien le quiera apoyar”. “Susana es lo mismo que Sánchez y difícilmente aquella que no fue capaz de derrotar a Sánchez internamente va aprevenir a Andalucía de los estragos de Sánchez”, arguyó.