Estas dos subestaciones eléctricas en superficie están siendo actualmente desmanteladas y en breve habrán desaparecido de la escena urbana. Las nuevas, blindadas y soterradas y que ocupan una superficie 15 veces menor que la actual (4.330 m2), ya están preparadas para funcionar a pleno rendimiento en cuanto finalicen los trabajos de desmontaje de las antiguas.

El soterramiento de las subestaciones eléctricas es fruto de los convenios suscritos por el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid e Iberdrola en 2003, y forma parte de las políticas de sostenibilidad impulsadas por el Gobierno municipal, que persiguen mejorar la calidad ambiental y el paisaje urbano, eliminando los tendidos aéreos y optimizando el uso del suelo; modernizar las infraestructuras eléctricas, e incrementar la calidad de vida de los ciudadanos.

La subestación eléctrica de Vicálvaro ocupa 53.822 m2; y la de La Estrella, de 6.327 m2. Su blindaje y soterramiento permitirá liberar 55.815 m2, de los que 25.678 serán destinados a nuevas zonas verdes; 13.571 a uso residencial; 10.910 a la creación de equipamientos, y 5.511 a nuevos viales.

Según el Consistorio, en breve comenzará también el desmantelamiento de todo el tendido eléctrico aéreo y de las 11 torres de alta tensión que comunican ambas instalaciones, lo que permitirá eliminar 3.492 metros de cables.

Una vez finalicen estos trabajos, Iberdrola habrá ejecutado (o estará en fase de ejecución) el 67% de los 125,84 kilómetros de líneas de alta tensión que se había comprometido a soterrar con el Ayuntamiento y Comunidad. De las 16 subestaciones eléctricas que debe soterrar o blindar, ya ha terminado diez, ha desmantelado cinco y quedan pendientes de tramitación otras seis.