Biodiversidad
El halcón abejero usa las ramas verdes del arce para desparasitarse
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El halcón abejero tiene habilidades cognitivas muy avanzadas porque es capaz de utilizar las ramas verdes del arce como reclamo para atraer a las hormigas y aprovechar el ácido fórmico que estos insectos desprenden como una suerte de ‘loción’ antiparásitos.
Así lo aseguran los investigadores Carlos Camacho y Jaime Potti, de la Estación Biológica de Doñana (EBD), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, en un estudio publicado en la revista ‘PLOS ONE’.
Camacho apunta que este hallazgo en el halcón abejero (‘Pernis apivorus’) evidencia “un comportamiento insólito y nunca antes observado en las aves: el uso de ramas verdes como herramienta para atraer a las hormigas”.
Pese a su nombre, el halcón abejero, ave rapaz migradora ampliamente distribuida por los bosques de toda Europa, no se alimenta ni de abejas ni de hormigas. La única razón por la cual atrae hacía sí a las hormigas es para aprovechar las propiedades antiparasitarias del ácido fórmico que segregan estos insectos como mecanismo de defensa. “El uso de herramientas con fines distintos a conseguir comida es muy raro en la naturaleza y está restringido a unas pocas especies”, puntualiza Camacho.
RITUAL MATUTINO
Las propiedades antiparasitarias del ácido fórmico son ampliamente conocidas por las aves. De hecho, es un comportamiento común que diferentes especies acudan a los hormigueros y se tiendan sobre ellos o en sus inmediaciones para provocar la reacción de defensa de estos insectos y así utilizar el ‘baño’ de ácido fórmico como insecticida.
Pero el aspecto novedoso es que el halcón abejero da un paso más y no es él el que va en busca de las hormigas, sino que consigue que sean ellas las que vayan hacia él. Para ello, utiliza como reclamo ramas frescas de arce que, tal vez por el dulzor de su savia, atraen poderosamente a las hormigas.
Camacho describe la sabia estrategia del halcón abejero para obtener su loción insecticida: “Cada mañana, de forma ritual, el halcón recolecta pequeñas ramas verdes de arce. Cuidadosamente, coloca las ramas de arce sobre el suelo y se echa sobre ellas, permitiendo que las hormigas asciendan por sus alas hasta sumergirse entre sus plumas. Es entonces cuando el halcón puede disfrutar de los beneficios del ácido fórmico”.
Pero la estrategia va más allá, pues los abejeros tienen la precaución de reemplazar las ramas a intervalos regulares de 35 minutos para evitar así la pérdida de su poder atrayente en la medida que se van secando. Este comportamiento demuestra no sólo una consciencia del paso del tiempo, sino también un conocimiento exhaustivo del medio, ya que los arces están restringidos a una zona muy pequeña del territorio frecuentado por estas aves rapaces.
Este hallazgo fue conseguido a través de dos experimentos. “En el primero de ellos imitamos el comportamiento del halcón y colocamos sobre el suelo ramas verdes de distintas plantas para comparar su poder atrayente. En el segundo experimento estimamos la fuerza necesaria para cortar cada una de las ramas usadas. Los resultados demostraron que el halcón selecciona no sólo la especie más fácil de colectar, sino también la que atrae un mayor número de hormigas en menos tiempo”, concluyó Camacho.
(SERVIMEDIA)
22 Nov 2018
MGR/gja