En su último informe 'Economic Outlook' publicado hoy, revisa a la baja el crecimiento previsto para este ejercicio desde el 2,8 al 2,6%; en línea con la proyección del Gobierno; y del 2,4 al 2,2% para el próximo ejercicio, ligeramente inferior al 2,3% de estimación oficial.

Para el ejercicio 2020 pronostica una expansión del 1,9%, muy superior a la estimada para Europa. En el mismo trienio el conjunto de la zona euro moderará la expansión desde un 1,9 al 1,6%, conforme a sus proyecciones.

El principal motor que atisba para el crecimiento continúa siendo una demanda interna "robusta", a pesar de que parecen disiparse ciertos vientos de cola como los procedentes de la reducción de los precios del petróleo e impuestos más bajos.

Su expansión se apoya en las favorables condiciones financiera, el empuje que está recibiendo el consumo gracias a medidas incluidas en los presupuestos de 2018 como son la subida de las pensiones y los avances salariales; y gracias a que también continúa creciendo la inversión empresarial.

La OCDE advierte, sin embargo, que la evolución de las exportaciones se ha moderado por un descenso en el propio mercado.

Sus proyecciones son optimistas, por otro lado, sobre la creación de puestos de trabajo aunque augura que el ritmo de generación se irá atenuendo.

Así y según su análisis la tasa de desempleo irá descendiendo desde el 15,3% este año -mejora frente al 15,5% estimado en su análisis de mayo-, hacia el 13,8 y 12,5% en los próximos dos ejercicios, respectivamente.

El organismo reconoce los esfuerzos del Gobierno para luchar contra el abuso de los contratos temporales y reducir la dualidad del mercado laboral, así como por la apuesta por planes de formación que mejoren la empleabilidad, pero advierte que temporalidad continúa siendo excesivemente alta así como las tasass de desempleo entre los jóvenes.

Para paliarlo, la OCDE emite varias recomendaciones como mejorar la coordinación de los servicios sociales y de empleo para reducir el paro y las desigualdades; aumentar las plazas de educación infantil de 0 a 3 años para promover el acceso de las mujeres al trabajo, y reforzar la coordinación de las políticas de innovación regionales y nacionales para mejorar la formación y especialización en universidades.

En el nuevo estudio, la OCDE empeora también sus estimaciones de déficit para el país al 2,7% del PIB este año y al 1,8%, que si bien están en línea con los objetivos del Gobierno se alejan del 2,4% que esperaba en su estudio de mayo para 2018.

Según sus números la deuda continuará reduciéndose al 97,7% del PIB este año y al 96,5% al siguiente, algo que valora pero en lo que juzga se debe insistir.

El organismo conmina, de hecho, al Gobierno a fijar objetivos de consolidación fiscal a medio plazo para garantizar que dicha reducción de la deuda sea duradera y aproveche cualquier oportunidad de ingresos extraordinarios para reducir "aún más".