Todo el grupo de ERC compareció en el Escritorio del Hemiciclo una hora después de abandonar el Pleno en solidaridad con su diputado Gabriel Rufián, expulsado por la presidenta, Ana Pastor, después de pronunciar la palabra “fascista” y señalar en pie con el dedo a los diputados de PSOE, PP y Ciudadanos que ovacionaban juntos a Borrell, quien le replicó en la sesión de control.

Tardà, el único que tomó la palabra del grupo, justificó la acusación de “fascista” lanzada por Rufián como “consecuencia de lo declarado ayer”, cuando él mismo advirtió de que responderían así cada vez que alguien les llamara golpistas a ellos, como hoy hicieron los portavoces del PP y Ciudadanos, Dolors Montserrat y Juan Carlos Girauta. “No se puede acusar a un partido democrático de golpista sin pruebas”, estableció.

Luego, siguió narrando, Borrell “ha aprovechado, con la soberbia que le caracteriza, para decirle al diputado Gabriel Rufián que lo único que es capaz de producir es una mezcla de estiércol y serrín”, siendo ovacionado por los diputados del PSOE, PP y Ciudadanos.

Tardà, leyendo un comunicado, dijo que ERC hacía suyas las palabras de Pastor de que “no puede continuar la escalada de insultos y descalificaciones, que rompe la actividad parlamentaria”. Además, anunció que ERC volvería al Pleno “como es su obligación” y reclamaría el amparo de la presidenta “para que no se produzcan nuevos insultos y descalificaciones”.

Desde su punto de vista, en ERC siempre han sido “defensivos” y no “ofensivos” en la cripación parlamentaria, pero llevan “meses soportando insultos” y “ayer no podíamos más”, en una moción de Ciudadanos para impedir indultos a los líderes independentistas en la que se les volvió a llamar golpistas.

Por su parte, aseguró que Ciudadanos les merece “todo el respeto y ni por asomo habríamos dicho nunca que sus votantes o los miembros de su grupo parlamentario son fascistas”, pero reiteró: “No podemos más. No vamos a aceptar que se banalice el concepto de golpista”.

Sobre el presunto escupitajo a Borrell, Tardà manifestó en nombre de ERC su “profunda indignación”, porque “es falso y él lo sabe”. Por ello, reclamó que las cámaras del Hemiciclo lo demuestren. Aunque varios periodistas quisieron preguntar al diputado Jordi Salvador, supuesto autor del escupitajo, Tardà respondió por él y negó “rotundamente que ningún diputado de ERC haya escupido” al ministro. Como la grabación sí muestra a Salvador girando la cabeza, el portavoz señaló que Borrell “tendrá que aclarar por qué convierte el giro de la cara en un escupitajo”.