Tras un rifirrafe entre el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, y el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, durante la sesión de control, Pastor ordenó la retirada de las palabras "fascista" y "golpista" que se habían utilizado durante la sesión plenaria.

La palabra "fascista" fue utilizada por ERC pero la de "golpista" es habitualmente utilizada por los diputados de Ciudadanos para referirse a los líderes del proceso independentista en Cataluña.

Girauta aseguró en los pasillos del Congreso que se siente "una de las víctimas de los insultos y salidas de tono" por parte de diputados "separatistas". Se mostró de acuerdo con la retirada del término "fascista", pero en cuanto a "golpista" argumentó que es "una descripción de quien ha dado un golpe de Estado" y que se puede aplicar a quienes están en prisión acusados de rebelión y sedición. Cree que la palabra es "descriptiva" y no un insulto, pero subrayó que la retirada es decisión de Pastor.

"Nosotros intentaremos usarla con máxima precisión", apuntó, convencido de que Carles Puigdemont y Oriol Junqueras "son golpistas", de que esa palabra no hace referencia a una "categoría jurídica" y de que Ciudadanos no pretende "armar gresca" y que su espíritu es de "regeneración política".

En todo caso, cree que en el debate político "se han perdido las formas", algo que no le extraña en el caso de ERC porque ha tenido "militantes condenados" por enviar a Albert Rivera un poster con una bala y tinta roja en la frente simulando sangre.