Según informó este martes la institución en una nota, el Defensor subrayó que se ha dirigido a la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de Extremadura para que informe sobre si tiene conocimiento de estos hechos y sobre si ha realizado algún tipo de actuación.

“El despeñamiento de los perros podría suponer una infracción a lo dispuesto en la Ley 14/2010, de 9 de diciembre, de Caza de Extremadura, que establece que el ejercicio de la caza debe realizarse en unas condiciones que garanticen la seguridad de las personas así como de los animales que se utilicen en esta actividad”, advirtió el Defensor en su nota, que remarcó que recibe “todos los años numerosas quejas relacionadas con el bienestar animal”, una preocupación “cada vez mayor”.

En este contexto, la oficina de Francisco Fernández Marugán recordó actuaciones emprendidas relativas al régimen jurídico de las especies exóticas invasoras, o al uso del diclofenaco como compuesto veterinario en ganadería, que provoca una gran mortalidad sobre todo en las colonias de buitres, una especie objeto de especial protección en nuestro país. También ha actuado ante la falta de reconocimiento de las asociaciones ecologistas como “interesado cualificado” en procedimientos sancionadores.