Así se pronunció Arrimadas en un acto electoral de Cs en Sevilla con motivo de las elecciones autonómicas que tendrán lugar en Andalucía el próximo día 2 de diciembre, en el que también participaron el presidente de la formación, Albert Rivera; el candidato a la Junta, Juan Marín; y el cabeza de lista por Málaga, Javier Imbroda.

En un discurso más propio de una candidata y en el que sólo mencionó tres veces a Marín, afirmó que se está ante una “oportunidad histórica” de que la Junta de Andalucía esté gobernada por “gente que viene de fuera de la política” tras quitarse de encima la “losa” del PSOE.

Consideró “suficientes” los 40 años de los socialistas al frente del Gobierno andaluz y lamentó que quienes han estado ese tiempo en la oposición se hayan conformado con “no hacer nada”.

Esto le sirvió para presumir de que con nueve escaños Cs haya conseguido en tres años más que el PP en cuatro décadas en la oposición. Entre esos logros, citó la eliminación del impuesto de sucesiones, la supresión de 31 “chiringuitos que no servían para nada” y una rebaja del IRPF a autónomos y familias.

Utilizó su experiencia en Cataluña para presentar a Cs como un partido fiable que ha defendido a los andaluces ante los independentistas cuando éstos les acusaban de los recortes impulsados por la Generalitat.

Ironizó con el hecho de que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, haya escondido el logro del PSOE en las banderolas que flamean en las calles andaluzas, si bien observó que la candidata de los socialistas es “más de lo mismo”, el “PSOE de siempre, de 40 años en la Junta de Andalucía”.

Por último, creyó llegado el momento de que la Junta de Andalucía esté gobernada por “personas honestas” que sean capaces de “levantar alfombras y abrir ventanas”.

Por su parte, Marín mostró su confianza en “acabar con 40 años de monopolio socialista” en Andalucía y acusó a Díaz de “haber mirado para otro lado” ante la “corrupción”, las “listas de espera” en la Sanidad y las “redes de clientelismo”, a pesar de que Cs ha sido el apoyo de los socialistas durante la última legislatura.

“Sólo le importa estar en el sillón del Palacio de San Telmo. Pues que se despida, ya que sólo le quedan 15 diítas en el poder”, dijo.

Se comprometió a realizar una auditoría para “saber qué han hecho con el dinero que han robado a los andaluces” y a eliminar en los primeros cien días de un gobierno encabezado por él las “fundaciones fantasma” que el PSOE ha creado en los últimos 40 años y ha revertir ese dinero en sanidad, educación y políticas sociales.

Imbroda realizó una analogía entre su experiencia deportiva en el extinto Caja San Fernando (actual Baloncesto Sevilla) de baloncesto y Cs al afirmar que este partido ha pasado de ser el “equipo simpático” a “tocar las narices al bipartidismo”.