Internacional

El Sahel registra su cifra más alta de niños con desnutrición grave de los últimos 10 años

MADRID
SERVIMEDIA

Más de 1,3 millones de niños menores de cinco años de la región del Sahel sufren desnutrición aguda grave, la cifra más elevada en la última década y, según Unicef, supone un aumento de más del 50% de menores severamente desnutridos comparado con 2017.

Están en Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger y Senegal. A principios de 2018, la agencia de Naciones Unidas había previsto inicialmente que hasta 1,6 millones de niños en los seis países del Sahel estarían en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave. Por ello, la organización reforzó su respuesta humanitaria.

"La desnutrición es una amenaza constante para los niños que viven en el Sahel, y 2018 ha sido un año especialmente duro", explicó la directora regional para África Occidental y Central, Marie-Pierre Poirier.

"Hemos podido entregar suministros y medicamentos necesarios para que estos niños puedan sobrevivir, pero igual de importante es contar con inversión, medidas preventivas y de detección temprana para evitar que los niños caigan enfermos. Este es el cambio principal que hemos trabajado este año, y estamos viendo resultados alentadores", añadió.

La desnutrición es un mal crónico que alcanza niveles de emergencia en algunas zonas del Sahel debido a la degradación del suelo y los cultivos, las sequías periódicas y otros problemas relacionados con el clima, la pobreza, el acceso limitado a los artículos básicos de alimentación y servicios esenciales o el crecimiento de la población.

“Cada año muchos niños sufren desnutrición aguda grave, especialmente durante el período de escasez, en el que hay aún más dificultades para acceder a alimentos y aumentan los casos de malaria y enfermedades diarreicas”, explicó Unicef.

En este año ha habido un pico de casos de desnutrición aguda por la falta de lluvias, el aumento en los precios de los alimentos, los conflictos armados y la inseguridad. Además de apoyar los tratamientos más urgentes, la entidad ha estado trabajando con los gobiernos locales en los países del Sahel para prevenir la desnutrición a través de la promoción de buenos hábitos de alimentación.

Los esfuerzos pasan por facilitar la detección temprana de la desnutrición de los niños enseñando a las madres o cuidadores a medir la circunferencia del brazo de los niños en sus propias casas o establecer la revisión sistemática de los niños menores de cinco años durante las campañas de prevención contra la malaria, conocidas como las campañas Seasonal Malaria Chemoprevention.

También ofrecen estimulación emocional y física a los niños que sufren desnutrición aguda grave durante el tiempo que permanecen ingresados, que les ayuda a recuperarse antes.

(SERVIMEDIA)
16 Nov 2018
GIC/gja