Sahara. FAES ve "defectos estructurales" en la inclinación del Gobierno hacia Marruecos
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El analista de política internacional de la Fundación FAES, Alberto Carnero, diagnosticó hoy "defectos estructurales" en la política que ha llevado a cabo el Gobierno español en relación al Sahara Occidental, al decantarse por "sostener las tesis de una de las partes", las marroquíes.
En declaraciones a Servimedia, Carnero lamentó que la falta de información y de libertad de expresión impidan hacer un análisis riguroso de los sucesos de los últimos días, pero sí constató "un fracaso" que toma forma en "uno de los puntos más bajos de la situación en los últimos 20 años".
Desde su punto de vista, "las cosas se han hecho mal desde el principio", y se ha "roto un equilibrio que en España era muy delicado por haber sido la potencia colonizadora y ha coadyuvado a que la situación esté tan mal como está ahora". "Es cierto que nosotros tenemos que llevarnos bien con nuestros vecinos", concedió, "pero la realidad es que son dos, Argelia y Marruecos y están enfrentados por el Sahara, y este Gobierno decidió privilegiar a uno de ellos".
Carnero recordó también que "la legalidad internacional es la que es y no se está cumpliendo". Exige, subrayó, la realización del derecho de autodeterminación que asiste al pueblo saharaui, "el meollo de la cuestión", y que una de las opciones del referéndum sea la independencia". A su juicio, el Gobierno "se ha olvidado de esta cuestión fundamental" y ha cambiado su retórica al respecto en los últimos seis años.
Respecto a la ausencia de la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que está de gira por Iberoamérica, el analista de FAES apuntó que el problema del Sahara "debe ser un asunto prioritario para España", pero puntualizó que "los fallos de la política española en la región son estructurales, de política de fondo, y no de agenda".
Carnero comentó que la preferencia por Marruecos es una cuestión que los socialistas "deberían explicar y no han explicado, por qué cambian alegremente una política". Según recordó, "España tiene que ser especialmente cuidadosa" en el Magreb porque "tiene muchos intereses", que no son sólo los de las empresas, sino que comprenden la inmigración, el suministro energético, la seguridad frente al terrorismo y la reivindicación marroquí sobre Ceuta y Melilla.
En este sentido, el analista de FAES cree que "el Gobierno ha jugado mal sus cartas o ha sido ingenuo y ha pensado que valía con tener buenas intenciones para resolver los problemas, y lo cierto es que no ha sido así". De tal forma que las relaciones con Argelia son ahora muy mejorables y, por lo que respecta a Marruecos, los incidentes de Melilla y la gestión de los flujos migratorios muestran que tampoco han tenido un resultado positivo.
(SERVIMEDIA)
12 Nov 2010
KRT/jrv